Hace cuatro días fue detenido uno de las personas que atacaron con bombas molotov la sede del Grupo Clarín.
Como es de publico conocimiento hace unos días varios individuos atacaron la sede central de Clarín con bombas molotov. Hasta cortó Clarín el relato, cosa que le vino perfecto debido a la consiguiente reacción de distintos medios y periodistas, la cual fue de solidaridad total con el Gran Mentiroso Argentino. Por supuesto, y desde ya, vamos a marcar que la solidaridad es con los trabajadores de Clarín que nada tienen que ver con el manejo mafioso y lobbista de sus dueños y directores. Por lo que la falta de acentuación en este punto hace que los "colegas" dejen a la luz su hipocresía. ¿Solidaridad con el diario favorito de la dictadura, de la criminalización de la protesta, de la incitación al odio, del fomentador de acciones violentas, con el encubridor de funcionarios asesinos y las fake news?
La violencia y quien puede usarla
Toda acción tiene su reacción, es algo obvio de la vida pero que parecen desconocer los señoros de Clarín, tan acostumbrados al hacer y no tener consecuencias. Es interesante el análisis de varios medios que se resumen en: La violencia no es le camino. Ubicando únicamente como acto violento el ataque a Clarín, y nosotros preguntamos ¿no es acaso mentir, organizar el odio, defender asesinos y blindar la imagen de ladrones también violencia? ¿por que Clarín puede usarla y los demás no?
Clarín difamando a Facundo Jones Huala. Tildando de violento a una persona que lucha por los derechos de su pueblo, históricamente marginado por el Estado Argentino.
La respuesta es obvia: Los defensores del Estado Burgués no entienden a la violencia como una justa arma del explotado sino como el derecho divino de las fuerzas de seguridad y sus cómplices. Tanto odio, tanto ataque, tanta impunidad y ¿esperaban que no volviera ni un poco de esa violencia constante?
"Indios al ataque" titula el mercenario Lanata en "eltrece" canal que pertenece al grupo Clarín.
¿En una democracia es posible vivir en paz con agentes del desorden, el odio, la violencia de clase y las mentiras? por supuesto que no. Un medio que agrede, criminaliza y persigue a la clase trabajadora argentina no tiene cabida en nuestro país. El comandante Guevara marcaba, muy claro, como los medios de comunicación que habían servido a la sangrienta dictadura de Batista debían ser cerrados, pues en el camino de la revolución hay que arrebatarle al enemigo sus armas y su propagación virulenta.
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